¿Sabías que la meditación puede ayudarte a producir más leche materna?
La meditación es una práctica milenaria muy utilizada en el tiempo actual para disminuir los niveles de estrés y cortisol provocados por estilos de vidas propios de la ciudad y sistemas económicos que exigen, desde la competencia y el estatus económico, un ritmo de vida acelerado.
La práctica de la maternidad no escapa de esta realidad social, llena de compromisos, exigencias, patrones y sobre todo muchos prejuicios. En este sentido, la meditación se expresa como una gran alternativa terapéutica, accesible y con resultados extraordinarios para sobrellevar las consecuencias de vivir en automático.
Por lo general, cuando las mujeres están embarazadas o por iniciar la lactancia materna, comienzan a recibir un bombardeo de comentarios y opiniones respecto a lo que deben hacer o no para alimentar a sus bebés. Este es un proceso muy vulnerable para la mujer porque está llena de miedos, dudas e incertidumbres, es por ello que el acompañamiento y apoyo respetuoso de la familia es importante para no generar en ella más estrés.
El estrés está relacionado con el incremento de los niveles de una hormona llamada cortisol que es segregada desde el hígado y puede llegar a afectar la producción de leche materna en la mujer.
La página web bebesymas.com nos habla de un estudio publicado en por la revista The American Journal of Clinical Nutrition que al analizar los efectos de la relajación en la madres lactantes, pudo demostrar que sentir menos estrés ayudaría a las mujeres en la producción de leche.
Entre los beneficios de la meditación en las madres lactantes podemos mencionar los siguientes:
- Mejora el estado de ánimo de la madre a la hora de amamantar, siendo esto muy beneficioso para bebé también.
- Coadyuva a mantener niveles adecuados de cortisol en el cuerpo, lo que permitirá mayor producción de leche materna.
- Fortalece el vínculo amoroso entre mamá y bebé.
- Empodera a la madre en el proceso de la lactancia materna, a sentirse capaz de alimentar a su bebé, disminuyendo así los miedos e incertidumbres.
- Ayuda a la madre a mantenerse en tiempo presente, sin la tristeza por lo pasado ni la ansiedad por el mañana.
- Enseña al bebé a aceptar la meditación y aprender la respiración profunda desde pequeño.
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