Desde principios del año 2020, nuestras rutinas diarias cambiaron por completo, dándonos nuevas oportunidades y experiencias, pero en muchos casos agravando situaciones relacionadas con la maternidad, tanto intrafamiliares como externas. Maternar y amamantar en estos tiempos, sumado a la carga laboral y del trabajo del hogar, conlleva a asumir nuevos retos, a invertir mayor tiempo y energía en rutinas que anteriormente podían ser llevadas de forma más ligera.
En el caso de las madres que transitaron y transitan su embarazo y puerperio en este período, se le ha sumado una carga de estrés y ansiedad adicional a la ya naturalmente generada por estos estados fisiológicos, según «un estudio publicado en junio de este año por Frontiers in Global Women's Health , que incluyó a 520 mujeres embarazadas y 380 que dieron a luz en el pasado año, se reportó que antes de la pandemia el 29% de mujeres experimentaron síntomas de ansiedad de moderados a altos y 15% síntomas depresivos. En contraste, durante la pandemia el 72% mencionó experimentar ansiedad y 41% depresión».1
Debido a la pandemia, prácticas como el apego piel con piel, el apego oportuno y la lactancia materna, se han visto afectados en casi todos los centros de salud2, generando efectos negativos en la salud mental y física de las gestantes, madres y su entorno familiar, esto muy a pesar de la OMS (Organización Mundial de la salud), que sostiene que estas prácticas no conllevan riesgo de contagio si se mantienen las normas de bioseguridad, ya que no hay evidencia científica de transmisión del virus sars co-2 de forma vertical ni a través de la lactancia materna.
la ansiedad y depresión, son uno de esos efectos, que genera consecuencias importantes en los bebes, en el vínculo madre-hijo, en la práctica de la lactancia materna, en las relaciones familiares, en la crianza de los hijos mayores (en el caso que existan), las relaciones con el medio exterior, en el sistema de salud y la productividad1.
Por ello es importante que generemos conciencia sobre la corresponsabilidad que tiene tanto el personal de salud como la familia en que estas situaciones se eviten y generar así un espacio cálido, amoroso y tranquilo para la embarazada, la díada madre-hijo y su entorno familiar3.
Por todo lo anterior es importante que las embarazadas y madres estén al tanto que pueden llevar su embarazo y su puerperio con tranquilidad, cumpliendo con las normas básicas de bioseguridad, asesorándose con personal capacitado y actualizado en cuanto a los protocolos que debe seguir, con lo cual eliminaremos al menos uno o varios factores que podrían ser desencadenantes de la ANSIEDAD y la depresión durante el embarazo y el puerperio.
Referencias
1- Carbonell , B ., noviembre 16, 2020. Salud mental y maternidad en tiempos de pandemia. [Consultado el 12/01/2021].
2.- La laguna Mallada P, Díaz-Gómez NM, Costa Romero M, San Feliciano Martín L, Gabarrell Guiu C. Impacto de la pandemia de Covid-19 en la lactancia y cuidados al nacimiento. Importancia de recuperar las buenas prácticas. Rev Esp Salud Pública. 2020; 94: 9 de julio e202007083.
3- Arzani Jorquera, S. . Pandemia como oportunidad para criar conscientemente Crónica, Agosto 2020 [Consultado el 12/01/2021].
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