No soy ni seré la única madre soltera en el mundo. Sin embargo, en el presente artículo les contaré cómo ha sido mi experiencia personal siendo madre soltera y además compartiré algunas recomendaciones para todas aquellas mujeres que ejercen solas la crianza de sus hijas e hijos.
En mi criterio, las madres solteras se dividen en tres grupos, a saber:
1. Las madres solteras por decisión: son aquellas que deciden quedar embarazada, bien sea de manera natural o artificial, y criar solas a sus hijas e hijos.
2. Las madres solteras separadas o divorciadas: vienen siendo aquellas mujeres que dan a luz dentro del matrimonio o unión libre con su pareja y por una u otra razón la relación se termina, pasando de ser pareja a padres separados.
3. Las madres solteras por abandono: son aquellas mujeres que estando en una relación formal o no, quedan embarazadas y el padre, de la criatura que está por venir, se pierde del mapa o no asume la responsabilidad.
De cualquier manera, hay una cosa común y es que todas se
encuentran criando solas, algunas con más apoyo que otras, pero solas al fin. En
mi caso, tengo dos hermosas niñas de dos relaciones diferentes.
Mi historia:
Mi primera niña, la tuve con una persona con la que tenía
una relación seria, en nuestros planes estaba casarnos y formar una familia. No
obstante, a los 6 meses de haber tenido a la niña nos separamos definitivamente,
tanto así que no nos volvimos a ver.
Mi segunda niña, la tuve con una persona con la que estuve
saliendo, no era nada serio, pero contradictoriamente es con quien hemos tenido
más contacto; a los 2 años de haber nacido la niña nos dimos la oportunidad de
convivir, estuvimos juntos por 1 año y luego nos separamos. No me arrepiento de
habernos dado esa oportunidad, para las niñas, para él y para mí fue una
maravillosa experiencia.
En mis planes, no estaba criar sola, yo quería formar una
familia tradicional como la que tuve con papá, mamá, hijas e hijos y mascota,
pero la vida me enseño que la familia puede ser diversa, que mis sueños no se habían
terminado y que con lo que Dios, la vida y el Universo me había regalado, o sea,
mis hijas, podía formar una familia.
Fue difícil para mi entenderlo, lloré mucho, me martirice,
me victimice, me hice muy chiquita, al punto de disminuir mi autoestima casi
por completo; la situación económica era muy agobiante para mí, ya no se
trataba de mantenerme, sino de mantener a otra persona.
Pero, a pesar de todo, logré superarlo. Con la llegada de
mi segunda niña, me tocó agarrar el toro por los cachos y decidir si iba a
seguir sufriendo por lo que pudo ser y no fue o seguir adelante, ya no con una,
sino con dos muchachitas. Definitivamente, fue
una decisión tenerla sola, ya con ella sabía lo que me venía y estaba dispuesta
a asumir la consecuencias y a valerme un pepino el qué dirán.
Para ese momento, conté con el apoyo de mucha gente, principalmente
mis padres, con los que siempre he contado, mis hermanos, familiares, mi doula Jenny Soto, mis amigas Joselmy, Yanahir, María, Maru, Irma, Yirley,
Dinora, Robelsy, Blanca y muchas otras personas a las que agradezco
infinitamente haber estado de una u otra forma.
Durante un tiempo, después del nacimiento de mi segunda
niña, llegué a estar un poco inestable porque me mudé, cambié de trabajo e
incluso de ciudad en varias oportunidades, buscando precisamente lo mejor para
las tres.
Actualmente, me encuentro con mis niñas, mi sobrinita y mis
padres, no tengo pareja, por lo que dedico tiempo a ellas, a mis proyectos y a
mi trabajo. Me siento bien con eso, las veo florecer día con día y vale mucho
la pena; la mayor tiene 8 años y la menor tiene 5 años, son unas niñas muy amorosas,
inteligentes y respetuosas, son mis
compañeras.
Recomendaciones:
Y porque la vida es una ruleta rusa, en la que van
ocurriendo cosas y estás obligada a aprender, te comparto algunas recomendaciones de lo que he reflexionado
durante este tiempo sobre cómo ser una
madre soltera y no morir en el intento:
· No
te sientas culpable:
No es tu culpa que la relación no haya funcionado; cada
cual debe hacerse responsables de sus actos. La culpa no sirve para nada, no
nos hace evolucionar. Si esa relación no funcionó, más que hondar en los
porqués, pregúntate qué aprendiste y
avanza.
· Piensa
primero en tus crías:
Ante cualquier decisión que vayas a tomar, piensa siempre
en las consecuencias que puedan traer para tus hijas e hijos; son los más
vulnerables y dependen completamente de nosotras como madres, su estabilidad
física, material, psíquica y emocional debe ser nuestra prioridad.
· Dedica
tiempo de calidad a tus crías:
Como madres solteras, nos toca asumir muchas responsabilidades
tanto en el hogar, como en el trabajo, sin embargo, debemos propiciar tiempo de
calidad con nuestras crías, en el que nuestra atención esté puesta en ellas y
ellos; salir al parque, jugar, cantar, bailar, preparar alguna receta, ver una
peli juntos o simplemente tener una conversa, pudieran ser algunas de las
actividades a realizar para afianzar la comunicación y la confianza.
· No
vivas del qué dirán:
Las madres solteras por lo general somos muy
cuestionadas, porque no somos perfectas, cometemos errores y no es para menos,
criar es tremenda chamba. Pero sabes que, tú eres la que está allí con tus
hijas e hijos sacándolos adelante sola, que pueden hablar de ti??? Estás
haciendo lo mejor que puedes. No te dejes agobiar por lo que digan de ti y valórate.
· Nunca
dejes de soñar:
La vida no se acaba porque el tipo no está, porque se fue
y quedaste con el paquete. Al contrario, ahora es que te queda vida por vivir,
te toca ver crecer a tus hijas e hijos que serán tu mejor compañía. Sigue soñando,
estudia, emprende, trabaja y construye la mejor versión de ti.
· Déjate
ayudar:
Mira a tu alrededor, no estamos solas, seguramente tienes
familiares, amistades, vecinos, conocidos y además existe instituciones que
apoyan a la mujer que pueden acompañarte en la crianza. Criemos en tribu.
· Ánclate
a la vida, nuestros hijos e hijas son el ancla:
En los momentos de bajones, porque los tenemos, es
normal, somos seres humanos, nuestras hijas e hijos son el ancla, abrázales, mírale
a los ojos y valora cuanta vida falta por vivir. Toma de ellas y ellos la
fortaleza que necesitas para seguir adelante. Imagina cuando estén grandes,
cuando se estén graduando o alcanzando sus sueños y tú estés allí acompañándoles.
· Dedica
tiempo para ti:
A pesar de todas las ocupaciones que podamos tener,
siempre es importante que dediques tiempo para ti, descansa, escucha música,
baila, toma una rica ducha, haz algo que te guste mucho. Esos pequeños momentos
te recargan y aumentan tu autoestima.
· Vive
el presente:
No te agobies por lo que aún no llega, vive el presente y
disfruta del día a día con tus crías; no busques el amor de pareja, tarde o
temprano llega, concentra esas energías en sanar primero y atraerás el amor que
te mereces.
· Llega
a acuerdos con el padre de tus crías:
Independientemente de que ya no estés con el padre de tus
hijas e hijos, éste no deja de tener responsabilidades tanto afectivas, como
monetarias con las crías. En este sentido, trata de llegar a acuerdos para que
cumpla con lo que le corresponde.
Sin duda, este es uno de los asuntos con los que más me
ha tocado liderar y menos me gusta, pero lo hago porque son los derechos de mis
hijas. No se trata de mendigar, humillarse, ni rogar, tampoco de obligar, se
trata de acordar en los mejores términos y hacer seguimiento de que se cumplan
los compromisos.
En conclusión, no somos ni las últimas ni las primeras
mujeres que estamos solas sacando adelante a nuestras hijas e hijos, esto no
nos hace menos mujeres, tampoco tiene porque limitarnos; sabemos que no es una
tarea nada fácil, pero con amor, compromiso y determinación lograremos hacer
florecer esas nuevas vidas que han llegado para enseñarnos y ser nuestra
familia.
Artículo escrito por: Loisemily Prieto Salazar
5 Comentarios
Bella gracias por compartir tu experiencia 😊
ResponderBorrarGracias por compartir tu experiencia amiga , me encantó con tu experiencia viaje me identifique ....gracias x los bellos consejos
ResponderBorrarLos! Muy bueno tus palabras. Me quedé pensando en la expresión "madre soltera". Creo que esa expresión pone más presión y más culpa sobre la mujer, e invisibiliza el rol del hombre. Son madres, que crían a unx niñx con un padre ausente o Son madres que crían en conjunto con un padre, con quien ya no hay un vínculo de pareja. Y además son mujeres, estén solteras, viudas, casadas o separadas. Pero creo que son dos cosas diferentes, y que explicar claramente como se materna, es también poder identificar quien apoya y quien no esa crianza. No sé, a lo mejor me voy por las ramas.... Pero me quedé pensando....
ResponderBorrarTienes razón en los términos... Decidí usar Madre Soltera porque precisamente es el termino q usa la sociedad para etiquetarnos... Sobre los padres ausentes también estoy por publicar un artículo... Se viene pronto. Gracias por comentar, me encanta esa interacción.
BorrarGracias a uds por leerme...estoy segura de que muchas mujeres se van a sentir identificadas y es la idea.
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