Conoce algunas recomendaciones desde la medicina natural y terapias complementarias para prevenir el COVID19
En el presente artículo te ofrecemos una serie de
recomendaciones para el fortalecimiento del organismo, desarrolladas en el
Congreso Permanente de Medicinas Naturales y Terapias Complementarias, a propósito
de la emergencia sanitaria por COVID19, que aún sigue afectando a millones de
personas en el mundo.
Entre las recomendaciones más relevantes para
fortalecer el sistema inmunológico están las relacionadas con la alimentación,
el ejercicio físico, la higiene postural, el control de las emociones, así como
el descanso y la relajación.
Estas recomendaciones no deberían ser sólo para esta emergencia, sino que, por el contrario, debemos aprovechar esta coyuntura e impulsar algunos cambios en nuestros hábitos más orientados a estilos de vida saludables.
1. Alimentación:
Las dietas modernas
han pasado por modificaciones importantes que según la OPS[2] están
asociadas a las principales causas de mortalidad y morbilidad actuales: las
enfermedades crónicas no transmisibles.
Pero para las medicinas
naturales y terapias complementarias, no solo están asociadas a estos
problemas, sino que también están asociados al deterioro del sistema
inmunológico y la vitalidad general del organismo.
Por otra parte, recordemos que las personas
vulnerables a virus como el COVID-19 son precisamente personas que padecen de
enfermedades crónicas no transmisibles; por lo tanto, y reafirmamos, las dietas
modernas, basadas en productos dominados por las grandes corporaciones,
repletas de aditivos sintéticos, que han perdido fibras y micronutrientes,
deterioran nuestro sistema inmunológico. Por lo tanto, lo más adecuado es
mantener una alimentación lo más natural posible.
A continuación, damos
algunas orientaciones que pueden variar en función del territorio, la cultura,
así como la condiciones intraorgánica referente a enfermedades crónicas,
tratamientos farmacológicos, entre otros.
Es importante que no lo
tomemos como recetas, sino como principios que permiten entender cómo funciona
el organismo para adaptarla en función de cada contexto y caso.
1.1.
La alimentación y la
eliminación de sustancias tóxicas vía intestinal:
Uno de los principales
problemas de los alimentos muy procesados, en particular cereales como el trigo
que se acentúa como problema en los países tropicales, es que han sido
refinados, perdiendo parte importante de sus nutrientes, en particular las
fibras.
En buena parte del siglo XX, se consideró a
las fibras como algo no importante ya que se suponía no aportaba nutrientes y
eran eliminados vía intestinal. Este factor fue muy lucrativo para las grandes
corporaciones.
Sin embargo, desde
las medicinas naturales y terapias complementarias se sabe que la baja ingesta
de fibra genera estreñimiento, ya que es más difícil la eliminación vía
intestinal.
El estreñimiento
genera la incapacidad de eliminar desechos metabólicos. Recordemos que a través
del intestino eliminamos desechos, pero también sintetizamos y absorbemos
nutrientes, disminuyéndose la capacidad de asimilar micronutrientes.
Al no eliminar desechos
metabólicos de manera adecuada y oportuna, el organismo reabsorbe los desechos,
generando importantes problemas de salud. Parte de estas toxinas son enviadas a
otros órganos donde se eliminan sustancias, como lo es la piel, los riñones y
los pulmones. Cuando afecta a los pulmones, se presenta mucha flema y una mayor
vulnerabilidad a enfermedades respiratorias.
Esto aplica con
importante énfasis con el consumo de lácteos
y derivados como los quesos, que en nuestro contexto son muy procesados,
repletos de distintos tipos de aditivos y cuyo consumo en el trópico, por el
elemento ambiental, es asimilado de forma distinta que en los países templados
con inviernos intensos, generando mayor cantidad de desechos intraorgánicos.
1.2.La alimentación y la eliminación vía renal:
A través de los
riñones también eliminamos desechos a través de la orina. Una baja ingesta de
agua y un exceso consumo de lácteos, proteínas animales y alimentos procesados
y ultraprocesados, genera problemas renales, como la aparición de piedras, así
como la acumulación de toxinas en el organismo, debilitando a su vez el sistema
inmunológico y deteriorando la vitalidad orgánica.
1.3.La alimentación y el sistema respiratorio:
La acumulación de
desechos metabólicos por exceso de consumo de alimentos procesados y ultraprocesados,
como lácteos, harinas refinadas, azúcares, salsas artificiales, bollerías de
panadería, entre otros, genera acumulación de desechos metabólicos que aunados
al estreñimiento, son expulsados por las vías respiratorias formando flema,
inflamación y vulnerabilidad al accionar patológico de virus y bacterias por
estas vías.
1.4.La alimentación, la salud, los agroquímicos y
los alimentos de temporada:
El consumo de
alimentos repletos de agroquímicos está relacionado al deterioro del organismo
en general, en particular al deterioro del sistema inmunológico. Por lo tanto,
lo ideal es el consumo de alimentos producidos localmente de forma
agroecológica.
Por el momento, al
consumir alimentos de temporada, poco o no procesados industrialmente, se
garantiza el consumo de menos agroquímicos y aditivos sintéticos; aunado a esta
realidad, los alimentos de temporada contienen mayores concentraciones de
micronutrientes.
1.5.La alimentación y los micronutrientes:
Las culturas
alimentarias modernas hacen mucho énfasis en el consumo de macronoutrientes
como lo son las proteínas, los carbohidratos y las grasas; sin embargo, se
considera muy poco el consumo de micronutrientes.
El bajo consumo de
micronutrientes como lo son las vitaminas, minerales y oligoelementos,
debilitan el organismo en general, así como su sistema defensivo.
Los alimentos
procesados y ultraprocesados han perdido importantes concentraciones de
micronutrientes, y a veces son enriquecidos de forma sintética, lo cual también
tiene efectos colaterales; así mismo, su aprovechamiento es significativamente
menor al consumo de micronutrientes de alimentos naturales.
Por tal motivo, es
fundamental el consumo de alimentos poco procesos o no procesados como lo
plantea la OPS. Para el consumo de vitaminas en beneficio del sistema
inmunológico como la vitamina C, es importante considerar que el consumo de
frutas frescas recién abiertas es la clave, ya que buena parte de las vitaminas
se degradan rápidamente.
Un error común es creer que los cítricos son los únicos frutos que contienen vitamina C, cuando está en la mayoría de frutas frescas. Más adelante profundizaremos al respecto.
1.6. Qué comer y que no:
- Alimentos no recomendados: harinas refinadas, azúcar refinado, saborizantes artificiales, alimentos con conservantes, salsas artificiales, cubitos, refrescos, bebidas de sobre, embutidos, enlatados, lácteos (sobre todo los modernos que están muy procesados). En el trópico, el exceso de consumo de quesos está asociado a enfermedades respiratorias. Alimentos fritos, chucherías, jugos pasteurizados repletos de azúcar, compotas artificiales, entre otros. Exceso de estimulantes como café.
- Alimentos recomendados: Frutas, vegetales y hortalizas, granos, granos germinados, cereales poco procesados, harinas poco procesadas como el fororo y el gofio, casabe, avena, entre otros. Alimentos frescos, en particular frutas recién abiertas para que no pierdan vitaminas importantes para el sistema inmunológico. Alimentos cocidos, a la plancha u horneados. Semillas oleaginosas como el ajonjolí, el maní o el merey. Semillas de auyama, melón, entre otros.
- Alimentos que fortalecen la flora intestinal: Chayota, pira, moringa, acelgas, calabacín, berenjena, auyama, batata, papa con cáscara, granos germinados, en general las frutas, vegetales y hortalizas fortalecen la flora fermentativa que ayuda a mejorar la salud integral del organismo y a fortalecer el sistema inmunológico.
- Alimentos con fibra para ayudar a la eliminación de desechos vía intestinal: aumentando el consumo de frutas vegetales y hortalizas en general, se aumenta el consumo de fibra y mejora la eliminación vía intestinal. Entre los alimentos más importantes para mejorar la eliminación intestinal encontramos: lechosa, cambures y plátanos maduros, guanábana, tamarindo, sábila en ponches y jugos (eliminándole el amargo), casabe, entre otros. Frutas que generan estreñimiento: guayaba (en particular cuando está verde), cambur y plátanos verdes, entre otros.
- Alimentos que ayudan a los riñones: agua potable, infusiones de plantas como albahaca, albahaca morada, menta, hierba buena, malojillo, agua de coco, infusión de cáscara de mandarina, cáscara de piña, infusión de anís estrellado, limón, apio españa, entre otros.
- Alimentos propicios para mejorar el sistema inmunológico y la salud del sistema respiratorio: jengibre, cúrcuma, agua de coco, pulpa de coco, albahaca morada, sábila, lechosa, mango, auyama, calabacín, ajo, cebolla, limón, naranja, perejil, cilantro, apio España, entre otros.
El Dr. José Miguel Rondón, presidente del Congreso Permanente de Medicinas Naturales y terapias Complementarias, asegura que en su práctica médica le ha funcionado muy bien como medidas naturales para prevenir y tratar estados gripales el uso ambiental de cebolla picada en la cocina y el cuarto; consumo del tradicional del jugo 3 en 1 (naranja, zanahoria y remolacha) siempre y cuando no se tengan problemas gástricos o de otro tipo que pueda ser contraindicado ; sopas verdes (ajo, cebolla, cebollín y apio españa).
2. Ejercicio físico, higiene postural y manejo de las emociones:
Realizar ejercicios
cardiovasculares moderados diariamente así como tener una buena postura es
importante para que el organismo funcione adecuadamente. El ejercicio físico y
tener una buena postura permite que los nutrientes y desechos circulen por el
sistema, activan el metabolismo y la absorción de nutrientes, ayuda a regular
el sistema endocrino y nervioso, en particular drenando las hormonas y
neurotransmisores que produce nuestro organismo en momentos de estrés como el
cortisol, la adrenalina y la noradrenalina, que al mantenerse en el sistema en
largos períodos de tiempo, y ante la ausencia de ejercicio físico, se
convierten en sustancias tóxicas que deterioran la capacidad de absorber
nutrientes, afectan los esfínteres asociándose a estreñimiento y acumulación de
toxinas, generan irritación nerviosa, inflamación de tejidos y órganos,
disminución de las defensas, entre otros factores.
Lo antes nombrado
sirve para reforzar la importancia del manejo de las emociones a través de
técnicas diversas apropiadas a cada comunidad como ejercicios de respiración
para el control del estrés, yoga, tai chi, ejercicios psico físicos,
visualizaciones, entre otras.
Para el caso de
pacientes ebóticos (que padecen de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)
realizar ejercicios con botella de agua y pitillos, soplando 10 veces,
tres veces al día.
3. Higiene:
La higiene es clave en
el fortalecimiento del sistema inmunológico; no solo para atacar al agente
patógeno externo. Una adecuada higiene corporal y ambiental evita que el
sistema orgánico esté permanentemente en estado de estrés al atacar y
contrarrestar los constantes agentes provenientes de ambientes poco higiénicos.
El tema de la higiene
está relacionado a la limpieza del hogar, del lugar de trabajo, espacios
ordenados, sin objetos acumulados y arrumados que hacen más difícil la limpieza
diaria y se constituyen en espacios idóneos para el sucio y la enfermedad.
Así mismo, la luz
solar es un importante bactericida, así como la libre circulación del aire se
posiciona como un elemento central de higiene. Los espacios higiénicos y
ordenados ayudan a su vez a mantener estados de calma y relajación mental.
4. Descanso y relajación:
No dormir, no
relajarse, no descansar, no entretenerse, mantener el organismo en permanente
estado de estrés y miedo, está contraindicado en estos escenarios ya que
deterioran el sistema inmunológico.
Por el contrario, hay
que descansar adecuadamente, para ello, lo enlazamos en el manejo de la
información con las múltiples técnicas de relajación. Es necesario además a
prender a manejar la información y a llenar la vida y la mente de cosas que nos
guste, de elementos agradables, estéticos, naturales, de vida en general.
Cultivar la confianza
en la vida, el buen humor, más allá de las circunstancias, genera que el
organismo fortalezca su farmacia interna, sus defensas, para equilibrar los
sistemas endocrinos, nerviosos, circulatorios, entre otros.
6. Recomendaciones:
En la lógica de la
medicina alopática, la comunidad tiene poco que hacer para evitar la
enfermedades, salvo seguir recomendaciones externas y depender de las grandes
corporaciones farmacéuticas. La salud es un elemento preponderantemente
individual y físico, y la clave es atacar al agente patógeno.
En cambio, desde las
medicinas naturales y terapias complementarias, se procura un proceso de
reeducación donde las comunidades organizadas aprenden de cosas sencillas que
les permitan desarrollar vidas sanas y organizaciones resilientes, con el
aprovechamiento de los recursos y saberes locales, fortaleciendo las defensas
intraorgánicas y colectivas, que conlleva a un equilibrio con el entorno
ambiental y social, por lo tanto, se trata de un trabajo colectivo y
comunitario.
Por lo antes
descritos, creemos que es posible una incorporación de la sabiduría de las
medicinas naturales y terapias complementarias, con el conocimiento de la
medicina alopática, sobre todo en esta coyuntura, en el que la OMS llama a
innovar ante nuevos escenarios que enfrentan no solo un virus no conocido, sino
un contexto global complejo.
Conclusiones:
Mientras que la
medicina alopática convencional se enfoca en atacar el agente patógeno y en ver
la salud desde un punto de vista unicausal, enfocado en la enfermedad y el
agente patógeno, las medicinas naturales y terapias complementarias se encargan
de “fortalecer el terreno”, es decir, de evitar generar las condiciones de
organismos débiles por malos estilos de vida y alimentación que se constituyan
en organismos idóneos para alojar la enfermedad.
En tal sentido, la
salud es comprendida en su integralidad y multicausalidad; lo más importante no
es la enfermedad ni el agente patógeno, lo más importante es el equilibrio de
las fuerzas de la vida, que es un terreno u organismo fortalecido, vivo,
equilibrado con su entorno ambiental y social; por lo tanto el trabajo no es
individual, es colectivo y es afectivo.
Artículo escrito por: Javier Nouel.
- Instagram: @dr.javiernouel
- Facebook: Javier Nouel
- Blog: drjaviernouel.blogspot.com
Nro. de Contacto: +58 0424.2844548
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