Uno de
los temas que más nos puede llegar a preocupar a las mujeres que estamos por
dar a luz por primera vez, está relacionado con la alimentación de nuestras
crías después del parto.
En esos momento, es muy común que surjan
preguntas como: ¿podré alimentarlo con leche materna?, ¿será que se llenará con
la teta?, ¿la leche materna lo nutrirá?, ¿Cuánto tiempo debo pegarlo al pecho?,
¿Cuánto tiempo tardará la leche en bajar después del parto?, ¿Qué hago mientras
baja la leche?, entre otras.
En el
presente artículo, responderemos parte de estas preguntas frecuentes de manera
que cuentes con la información necesaria para abordar este tema con
tranquilidad, empoderamiento y así lograr que el proceso de alimentación de tu
bebé, a través de la lactancia materna, sea exitoso.
Tiempo: cuando ocurre la bajada de la leche?
Después
del parto, sea natural o cesárea, la mujer experimenta una serie de cambios en
el organismo que permiten que el cuerpo comience a producir las hormonas
responsables de la fabricación y expulsión de leche materna; estas hormonas son
conocidas como "prolactina y oxitocina".
En este
sentido, el estímulo de bebé pegado al pecho, envía una señal al cerebro de la
madre para que genere prolactina, esta hormona será la responsable de estimular
la producción de leche en las glándulas mamaria; mientras que, la oxitocina,
conocida como la hormona del amor, producida gracias al contacto piel a piel
entre mamá-bebe, ayudará a que la leche acumulada pueda ser expulsada del pezón.
Este
proceso, puede tardarse entre 24 y 72
horas después del nacimiento de bebé, tiempo en el cual el cuerpo de la
mujer asimila que bebé ya ha nacido y es momento de comenzar a alimentarlo. Sin
embargo, no todos los organismos son iguales, existen mujeres que incluso antes
del parto pueden estar produciendo leche.
La
verdad, es que la bajada de la leche es un proceso fisiológico, completamente
natural que ocurrirá sí o sí, por lo que debemos estar tranquilas y confiar en
que así será.
5 cosas que debes saber sobre la bajada de la leche:
Muchas
mamitas y familiares que rodean la diada mamá-bebé, se preocupan por la
alimentación del infante apenas nace y al ver que la madre aún no está
produciendo leche materna, por desesperación y desconocimiento, tienden a ofrecerle
tetero al recién nacido o suplementarles con otros alimentos.
También
es muy común que durante los primeros días de nacido, surjan frases como "es
que la teta no lo llena", "es que la teta no lo alimenta" o "mira
que desnutrido está", motivando a la madre, sin necesidad, a abandonar la
lactancia y a recurrir a alternativas alimentarias menos aprovechables para la
diada mamá-bebé.
Por consiguiente, antes de tomar la decisión de descartar la lactancia materna es importante que consideres y manejes la siguiente información:
1. Todo bebé nace con reservas:
Después del parto, los bebés vienen con una reserva de energía que les permitirá resistir esas primeras horas en las que mamá se prepara para la bajada de la leche, por eso es muy común que los recién nacidos disminuyan un poco de peso las 2 primeras semanas de nacido y luego lo recuperen progresivamente con la lactancia.
2. Lactancia materna temprana:
De
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el apego precoz
inmediato, que no es más que el contacto piel a piel entre madre-bebé los
primeros 30 minutos después del parto, permite estimular la práctica de la lactancia
materna temprana y de manera exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del
bebé.
Para ello, es importante que la madre pegue el bebé al pecho lo más pronto posible después del parto, esta estimulación permitirá la pronta bajada de la leche y la madre comenzará a observar cómo va respondiendo su organismo ante este estimulo.
3. Calostro:
Con las
primeras tomas del bebé, la madre comenzará a segregar unas pequeñas gotas de
leche espesas y de color amarillento, se trata de un líquido llamado calostro, también conocido como oro
líquido, éste es considerado la primera vacuna del bebé porque tiene una serie
de inmunoglobulinas que protegerán al bebé de enfermedades y por su alto contenido
de carbohidratos serán suficientes para mantenerlo alimentado.
Por más mínima que veas que sea la producción de leche las primeras horas después del parto, éstas serán suficientes para alimentarlo.
4. Ley de oferta y demanda:
En
cuanto a este aspecto, cabe destacar que la lactancia materna se rige bajo la ley de la oferta y la demanda, lo que
quiere decir que, a mayor succión del
bebé, mayor será la producción de leche materna.
Esto también
está relacionado al hecho de que la lactancia se va adaptando al requerimiento
que va teniendo el bebé a lo largo de su crecimiento, tanto la cantidad como la
composición de la leche van evolucionando.
Para que
esto se cumpla, debemos propiciar la lactancia
materna a libre demanda, es decir, cada vez que bebé quiera tomar teta dársela,
sin imponer ningún tipo de horarios para alimentarle.
Es importante
recordar, que la OMS recomienda la práctica de la lactancia de manera exclusiva
(alimentar a bebé sólo con leche materna, sin ofrecer agua ni ningún otro
alimento) de 0 a 6 meses de vida y de manera complementaria (combinando la
lactancia con otros alimentos) hasta los 2 años de edad. En ambas etapas, es
necesario que la lactancia sea a libre
demanda.
Por esta razón, no es necesario hacer rituales especiales, comer o tomar algo en específico para estimular la baja de la leche, esto se dará de manera natural, sólo debes pegarte el bebé al pecho, nada más.
5. Agarre correcto:
Para que la lactancia materna sea exitosa, es preciso que la madre tenga un agarre correcto del bebé al pecho, lograrlo es muy fácil, solo se debe garantizar lo siguiente:
- El bebé debe ser sostenido por la madre, colocándolo barriga con barriga en dirección a la teta.
- La cabeza y cuerpo del bebé deben estar alineados.
- Aproximar la nariz del bebé al pezón para estimular la succión.
- Observar que la boca esté bien abierta, notando que los labios superior e inferior de bebé estén evertidos hacia afuera.
- Notar que nariz y mentón estén tocando ligeramente el pecho.
- Verificar que el bebé esté deglutiendo (tragando).
Un agarre correcto permitirá evitar situaciones que dificulten, impidan o interrumpan la lactancia, como: pezones rotos, pechos ingurgitados (inflamados y adoloridos), bebé insatisfecho e irritable y pérdida de peso del bebé.
En el
caso de que bebé duerma mucho tiempo durante los primeros días de nacido, se
recomienda la extracción manual de la leche, esto permitirá la producción y
carga de los pechos; dicho alimento no debe ser desechado, puede dársele a bebé
en temperatura ambiente, haciendo uso de un vasito, cuchara o jeringa.
Por otra
parte, es sustancial acompañar a la madre, ofreciéndole amor y apoyo; las
mujeres después del parto necesitamos sentirnos amadas, acompañadas y
protegidas por nuestros familiares; un buen masaje, una rica ducha, una comida
nutritiva y un ambiente de paz y armonía, serán suficientes para facilitar y
estimular la bajada de la leche.
A manera
de conclusión, podemos decir que la lactancia materna es un proceso natural y
por ende todas las mujeres podemos amamantar, es normal que tengamos dudas,
pero informarse de manera oportuna nos permitirá tomar las mejores decisiones.
No existe
mejor alimento que la leche materna, ya que tiene todos los nutrientes que
necesita el infante, además goza de una serie de beneficios tanto para bebé,
como para mamá, previniendo enfermedades comunes en la etapa inicial de la vida
y reduciendo significativamente la mortalidad infantil. Por todo esto y más, AMAMANTA!!!
Artículo escrito por: Loisemily Prieto Salazar
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